Transparencia Internacional (TI) acaba de publicar el Índice de Fuentes de Soborno 2011, la traducción oficial de Bribe Payers Index (BPI), un instrumento que mide la percepción que existe con respecto al grado en que las empresas privadas de las economías más potentes del mundo (los 28 países analizados representan casi 80% del total del flujo global de inversión extranjera directa -IED-) sobornan a funcionarios públicos y/o privados cuando operan en otro país.  Los datos se recogen a través de encuestas a ejecutivos senior de empresas, naturales de 30 países que reciben grandes flujos de inversión extranjera, y que a la vez representan los distintos continentes así como diversos sectores productivos.  Es un índice basado en percepciones.  (Recomiendo revisar los FAQs sobre la herramienta.)

Los resultados pueden observarse por país o por sector productivo.  El Perú no ha sido parte del estudio, pero los resultados del BPI nos pueden decir algo sobre lo que podría estar ocurriendo aquí.  Tomemos esta información de Proinversión, según la cual la IED en el país llegó a más de US$ 20 mil millones a fines de 2010.  Según país de origen, es decir dónde está ubicada la casa matriz de las empresas, la IED 2010 se reparte así:

Tomado de: www.proinversion.gob.pe

Aquí se aprecia que España es el principal origen de las empresas que invierten en nuestro país.  Y resulta que se ubica a media tabla en el BPI 2011, con un valor de 8.0.  Esto pareciera ser positivo, pues el índice tiene un valor máximo de 10.0, que representa una tendencia nula a sobornar en el extranjero (el mínimo, 0.0, representa todo lo contrario).  Sin embargo, da la casualidad que justo por estos días, IDL-Reporteros cuenta el lío entre Telefónica y el Estado peruano, según el cual para evitar pagar una deuda de cerca de US$ 1 mil millones:

[...] Telefónica hizo lo que muchas de las compañías más poderosas del país realizan rutinariamente: aplastar las acciones regulatorias del Estado llevando el caso al Poder Judicial, donde los más fuertes estudios de abogados se enfrentan a la débil capacidad de defensa del Estado; y a la poca preparación en unos casos y corrupción en otros de funcionarios fiscales y judiciales. IDL-R ha documentado ello tanto en la industria minera (Ver: “La impotente regulación”); como en la pesquera: (Ver: “Sanciones no aceptadas y discrepancias de pesaje”).

De otro lado, según el BPI, las empresas chinas, rusas y mexicanas están entre las que son percibidas como las más dispuestas a coimear agentes oficiales en otro país.  El blog Desde el Tercer Piso tiene un muy buen dossier sobre la participación de empresas y grupos mexicanos en torno al caso Petroaudios, que de ninguna manera se limita al petróleo:  alimentos, banca, cemento y telefonía también fueron sectores en donde había intereses en juego al más alto nivel.  Hernán Garrido Lecca, el ex ministro de salud, y el "gestor de intereses", Rómulo León, fueron protagonistas, junto a compañías y grupos económicos mexicanos.

Con respecto a las chinas y rusas, si bien su participación aún es relativamente reducida en nuestro sector privado (Rusia aún aparece bajo el rubro Otros en los datos de Proinversión), esto podría estar cambiando en el caso de China, por el TLC suscrito en marzo del año pasado.  Con lo cual también aumentarían las posibilidades de corrupción en ese proceso de expansión.

En el caso de Rusia, la visita de Alexis Humala, hermano del presidente Ollanta, a empresarios y altos funcionarios de ese país, constituyó el primer escándalo del nuevo gobierno, antes aún de que Ollanta asumiera el cargo.  El caso generó una serie de reacciones desconcertadas, incluyendo llamados de atención a la manera en que las relaciones Estado-empresa privada se suelen dar en nuestro país, como este editorial de Juan Carlos Tafur.  En todo caso, diera la impresión que esa sospechosa gestión de intereses privados correspondiera con la percepción compartida por los encuestados en el BPI (y cuyas razones son indicadas por la directora del capítulo ruso de TI, Elena Panfilova).

En la siguiente parte trataré de comentar el BPI por sector productivo, para quienes creen que el capital no tiene bandera.