El fin de semana, Ipsos-Apoyo sacó su más reciente encuesta nacional urbana.  Según esta, 59% aprueba la gestión del presidente Humala y 29% lo desaprueba.  Pero me llamó la atención que 40% de quienes lo aprueban mencionaron que una razón es que está luchando contra la corrupción;  y entre quienes lo desaprueban, también 40% mencionó que una razón es que en su gobierno hay corrupción.  Aguanta;  o sea que a Humala lo aprueban porque lucha contra la corrupción, pero lo desaprueban porque permite la corrupción...  vaya rompecabezas.  ¿No que lo de Chehade fue un golpe a la línea de flotación de uno de los frentes más sólidos del candidato Humala?  ¿No fue más escandaloso todavía la manera en que se "solucionó" aquel entripado?

Así que para ver qué había detrás de ese par de piezas incongruentes, y gracias a los amigos de Ipsos-Apoyo, conseguí las distribuciones de frecuencias de estas dos preguntas según nivel socioeconómico, región (centro, norte, oriente y sur), género y edad, para buscar algún patrón o alguna pista que ayudara a entender la vaina.  Y la verdad que sí encontré algunas pistas, pero, evidentemente, creo que todavía requieren más explicaciones.  Veamos.

Cuando la cosa se mira por región aparecen las primeras diferencias:  en las regiones del Oriente y del Centro quienes consideran que el gobierno de Humala está combatiendo la corrupción son más que quienes desaprueban que haya corrupción.  Lo contrario ocurre con las regiones del Norte y Sur.  El caso del Norte es muy interesante, pues las respuestas de apoyo y reprobación por la percepción de corrupción se reparten casi por igual, y en ambos casos son porcentajes altos.  En las otras regiones sí se puede decir que hay una actitud más definida.  ¿Por qué esto es así?  Tal vez por la información que llega a cada sitio o cómo se procesa localmente.  Por ahora, recuerdo el caso de los tomógrafos que fueron llevados de Apurímac a Piura por intervención de la vicepresidenta Marisol Espinoza, también congresista piurana.  También pienso en los cuarentipico congresistas con denuncias que salieron a la luz, y aunque el Congreso sea distinto al gobierno central, para la gente pareciera que esa diferencia no importa mucho al juzgar.  ¿Qué otras noticias se habrían generado y cómo habrían impactado en la formación de opinión?  Tal vez haya otros factores que median en la interpretación de las noticias sobre la gestión de Humala en este tema.

Fuente: Ipsos-Apoyo, encuesta nacional urbana (Feb., 2012). Elaboración propia

Veamos más datos entonces, esta vez relacionados al nivel socioeconómico.  Aquí se puede apreciar que hay un patrón claro con respecto a la desaprobación por permitir la corrupción en el gobierno:  a mejor condición socioeconómica mayor severidad en la crítica, y así los  del NSE A, los mejor posicionados, muestran un rechazo mucho más consistente, el cual va reduciéndose a medida que se baja en la escala, hasta llegar al NSE E, cuyo rechazo es el más reducido (aunque un tercio, lector gobiernista, no es para nada poco).  Este patrón no parece repetirse inversamente en el caso de la aprobación.

Fuente: Ipsos-Apoyo, encuesta nacional urbana (Feb., 2012). Elaboración propia

Ver los datos sobre corrupción en comparación con otras razones podrían ayudar a entender mejor.  Así, los del NSE A desaprueban a Humala por la corrupción de su gobierno y por la inseguridad ciudadana, casi en la misma proporción (57% y 58%).  Los de los NSE B y C ponen a la corrupción del gobierno como la principal razón para desaprobarlo (46% y 41%).  Para los del NSE D, la corrupción del gobierno es prácticamente tan importante como la no reducción de la pobreza para darle una nota desaprobotaria (40% y 41%, respectivamente).  Mientras que el único caso en que la corrupción tiene un papel menor a otros factores para desaprobar al gobierno es el NSE E, donde más importancia tiene la desconfianza que genera Humala (50%) y la imagen de mentiroso (46%) que se estaría forjando por dejar de lado las promesas más radicales de su campaña.

En el caso de la aprobación por NSE:  tenemos que en el A el elemento más recurrentemente señalado es la defensa del manejo económico (56%);  y en el D, la sensación de que está realizando cambios para la mejora del país (45%).  En el resto de NSE, la percepción de que está luchando contra la corrupción es mencionada en primer lugar:  47% de menciones en B, 39% en C y 47% en E.  Como dije más arriba, no encuentro un patrón.

O sea, en el único NSE donde hay, digámosle así, una opinión definida con respecto a la lucha contra la corrupción del gobierno es en el más pudiente.  En el resto, las opiniones están divididas.  Nuevamente, ¿qué información y en qué forma llega a los distintos estratos socioeconómicos?  ¿cómo se procesa para formar (o no terminar de formar) opiniones?  Me da la impresión que el tema de información y acceso y frecuencia de acceso a Internet y redes sociales podría ser un elemento que juegue un papel, pero con los datos que tenemos, siento que no da para más.

Finalmente, los datos vistos según género y edad no mostraron mayor variación, excepto, ligeramente, al momento de responder a las razones de la desaprobación:  los hombres se mostraron algo más severos que las mujeres;  y las personas de edad media (25 a 39 años) fueron más claros en desaprobar por la corrupción que los de 40 a más (40%) y que los más jóvenes (35%).  Tanto para hombres como para mujeres, la corrupción del gobierno es la principal razón para desaprobar a Humala al responder la pregunta.  En el caso de las mujeres, la siguiente razón es la inseguridad ciudadana (37%) y entre los hombres, que Ollanta es mentiroso (37%) y que no genera confianza (36%).  Entre los más jóvenes, la principal razón es la inseguridad (41%) y después viene la corrupción;  entre los dos estratos etarios siguientes, la corrupción del gobierno es la principal razón, seguidad de la desconfianza (37%) en el caso de los mayores, y de la inseguridad ciudadana (37%) entre los de edad media.

Fuente: Ipsos-Apoyo, encuesta nacional urbana (Feb., 2012). Elaboración propia

Y hasta ahí la presentación de estos datos.  Habrá que darle más vueltas.